De los días extraños y pasaderos al perecedero...

Es inhumano pensar en la sátira como forma de protesta en estos días extraños en donde no se permite reír ni llorar si no existe el permiso o el dinero de hacerlo en donde uno quiera, siempre he peleado por las ideologías clasistas, raciales y racistas de la religión y mucho meno de la forma de los desesperado necesitados de un poco de fe de algo que pueda que no exista.

Los días siguen pasando y pasando y tenia ya siglos en otra galaxia, de otro universo en que no había dicho nada en un papel y con un lápiz, no tiene nada que ver con mi vida personal que decidí de una buena vez no tenerla a la luz a los piratas de la informática, el dia perecedero que muere y nadie se dio cuenta o tal vez, al ver que nadie lo descubrió en su naturaleza y de alguna forma extraña claro se dio cuenta que paso una fecha importante que no tenia la importancia de prestarle dicha atención, las flores cada vez creo que no tienen el mismo olor gracias a los químicos e insecticidas que culminan en su flor en su polen y la mutación al aire del cual ellas respiran, el sol sigue alumbrando mas y mas y como siempre dejo las gafas de sol, hace poco las buenas costumbres titulo de un futuro gran libro me inspiro en pensar en todas aquellas cosas que no volveré a pensar tal vez, el buenos días a cada persona, el comer con cuchillo y tenedor la carne azada, y como si fuera poco el mas sentido remoto de visualización por la tecnología caprichoza que no deja que muchos miren a la par al amor de su vida, si no simplemente están ubicados a la pantalla de su celular... pienso y analizo que los días perecederos se van dando gracias a la ignorancia de la belleza del infinito.

Hoy solo es un día mas, con sol, lluvia, aire, ruido, furia, paz para las montañas vírgenes, y terror en este bosque de alambres, animales que tragan gente para transportarlas de un lugar a otro, suelos fértiles de concreto y la tristeza de mucha gente que sin dinero no es nada y sin nada no come... esta es la vida de los días extraños del pasado, los días que son tan simples y pasan sin decir hola ni adios y perecederos cuando al final de cuentas ya no podamos respirar...